Francisco Palacios Espinosa, director de Museos informó que en esta Semana Santa y con énfasis del 29 de marzo al 1 de abril, se registró el arribo de casi 2 mil visitantes a los tres museos existentes en el municipio.
Los más visitados fueron el Museo del Santo y del Ferrocarril aunque el Museo de datos históricos también fue buscado por interesados en arqueología, pues se tiene un acervo original de piezas encontradas en el valle de Tulancingo.
Se recordó que el acceso a los museos, no tiene costo y las visitas guiadas también son gratuitas.
Como un plus, en el Museo del ferrocarril se ofreció al turismo foráneo un taller de código morse, en donde se experimentó la importancia del telégrafo como uno de los principales medios de comunicación durante la época de oro del ferrocarril.
Con motivo de los días fuertes de afluencia, los museos estuvieron abiertos de martes a sábado de 10 de la mañana a 8 de la noche y el domingo de 10 de la mañana a 6 de la tarde.
Previendo que las vacaciones aún continúan, la dirección de Museos espera afluencia similar en la semana corriente aclarando que en comparación al 2017, el incremento de visitantes a los recintos culturales fue de un 20 por ciento.
En el Museo del Ferrocarril se cuenta con cinco salas de exposición permanente y una galería de exposiciones temporales además de 2 mil objetos propios de la época ferroviaria.
En Museo del Santo se cuenta con cuatro áreas de exposición permanente y un área de exposición temporal sin dejar de mencionar que la colección de este museo ha crecido en últimos meses, pues el proyecto de donación de obras de arte ha generado 22 nuevos objetos (oleos, instalaciones y escultura en torno al enmascarado de plata).
El acervo de El Santo va desde una copia certificada de su acta de nacimiento hasta una escultura monumental en la que locales y visitantes simulan la famosa llave “De a caballo” que inmortalizo al gladiador.
En Museo de Datos históricos se cuenta con dos colecciones en comodato por parte del INAH, consistentes en acervo arqueológico del valle de Tulancingo correspondiente al periodo epiclasico (del 600 a 900 D.C) así como una colección propia de fotografías y carteles del Tulancingo de la primera mitad del siglo XX.