Cada vez son más más los productores del municipio que se adhieren al esquema “parcelas demostrativas” en donde se ofrecen nuevas alternativas de cultivos para mejorar la rentabilidad.
Este jueves corresponderá al ejido Tulancingo, realizar la siembra de una hectárea con maíz de silo de alto rendimiento.
Se promueve esta modalidad de cultivo ya que tiene múltiples ventajas: principalmente reducción de costos de producción, incremento de rendimiento, rotación de cultivos, todo ello abarcando un beneficio integral.
En el caso de la tierra, al rotarse los cultivos, se evita la propagación de plagas y enfermedades que se hacen resistentes cuando se implementa el monocultivo.
Para revertir esta situación se promueve el uso de semilla mejorada y certificada, además de la adopción de buenas prácticas agrícolas y la utilización de paquetes tecnológicos oportunos.
En Tulancingo, el horizonte de cultivo actualmente es regular y la calidad genética del ganado es buena, pero todos los procesos son perfectibles y deben adaptarse a las nuevas tecnologías.
Hoy está en tendencia las semillas hibridas mejoradas así como la agroecología, cambio de la agricultura convencional con insumos químicos a la transformación de una agricultura más sustentable y natural.
En el municipio se cuenta con quince ejidos dedicados a la agricultura y ganadería, la gran mayoría siembra para obtener forraje, como alimento del ganado.
El pasado 21 de marzo comenzó el ciclo primavera- verano, el cual es óptimo para la siembra de granos básicos de riego y hortalizas.
En este sentido, la meta propuesta para producción de maíz hibrido, es la implementación de cuatro parcelas demostrativas en 2018, comprobando a los productores que la adopción de buenas prácticas agropecuarias tienen resultados positivos en su economía.
Las cuatro parcelas demostrativas a consolidar en el 2018 son: Ejido Tulancingo, Ejido Huapalcalco, Ejido Zapotlán de Allende y Ejido San Nicolás Cebolletas.
De manera convencional los rendimientos de producción de Tulancingo, van desde 2.5 a 5 toneladas de maíz grano por hectárea y de las 15 a 30 toneladas de maíz silo.
Estas cifras son bajas en comparación a lo que pudiera alcanzarse con una correcta asesoría y la aplicación oportuna de insumos adecuados.
Será a finales de julio y principios de agosto cuando se realice la cosecha del maíz silo y posterior a este periodo la tierra está en condiciones de recibir un nuevo cultivo, en este caso girasol y de esta manera se genera movimiento de producción todo el año.
