Ante el creciente número de denuncias por el incremento de precio en productos de consumo básico como, huevo, pollo, tortilla, fruta, azúcar y otros insumos, la oficina de enlace PROFECO Tulancingo recibe y formaliza quejas contra diversos establecimientos a fin de que la delegación Estatal efectué procedimientos de verificación y sanciones estas prácticas desleales, aprovechando este momento de contingencia.

 

En las últimas horas la oficina receptora de PROFECO Tulancingo ha superado las 20 denuncias pero el flujo de reportes es constante, por lo cual se ha previsto que el presidente Fernando Pérez Rodríguez tenga una reunión de trabajo con autoridades de la delegación Estatal de la Procuraduría Federal a  fin de establecer trabajo conjunto en protección a la clase consumidora.

 

Para la interposición de una queja, los consumidores no están obligados a presentar pruebas e incluso se reserva la identidad de los denunciantes para evitar algún tipo de represalia.

 

Las quejas más recurrentes son sobre espacios de prestigio en la ciudad quienes intempestivamente incrementaron costos debido a que se elevó la demanda en productos de consumo.

 

La recepción de quejas (por incremento de precios) se realiza en el segundo piso de presidencia municipal al teléfono 77558450 extensiones 1110 y 2119.

 

En caso de ser vía telefónica, lo único requerido es una descripción breve con todos los datos posibles del proveedor (dirección, nombre del negocio así como día y hora en que se detectó la práctica desleal).

 

En el caso de la tortilla, el gremio ha declarado a medios informativos que existe apoyo solidario en este momento de contingencia y el compromiso de no incrementar costos sin que haya una autorización oficial.

 

La Ley Federal del Consumidor establece sanciones para aquellos proveedores o establecimientos que incurran en abusos. Están sanciones superan por mucho la ganancia extra que pudiera obtenerse, al incurrir en una práctica desleal.

 

Finalmente se instó a los consumidores a no realizar compras de pánico, ya que con ello se motiva el desabasto y esta puede ser utilizada por los comerciantes como una justificante para elevar sus costos.

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