Con el slogan “El Sabor de una tradición”, el próximo 2 de noviembre se llevará a cabo en la plaza principal de la comunidad de Santa Ana Hueytlalpan la sexta feria y doceavo concurso de la mole, iniciando actividades a partir de las 11:30 horas.
Ante la cercanía de la fecha, autoridades municipales y delegados de la comunidad presentaron en rueda de prensa los pormenores del tradicional evento que tiene como finalidad proyectar a esta comunidad como un punto de interés turístico que conjuga tradiciones y riqueza gastronómica.
Por la realización de la feria y concurso, se proyecta una derrama económica de 200 mil pesos, tomando como referencia que las participantes pueden vender el producto, así como establecer una mesa de negocios para venta al mayoreo.
El concurso de la mole, es coincidente con la celebración de día de muertos, ya que este platillo es uno de los principales en las ofrendas.
Por instrucciones del presidente Fernando Pérez Rodríguez, los tres primeros lugares del concurso recibirán además de la premiación institucional, incentivos donados por la iniciativa privada.
Se entregará al primer lugar 2 mil 500 pesos en efectivo, cazuela para 10 kilogramos de mole con cuatro orejas, así como guajolote vivo y colchón matrimonial.
El segundo lugar recibirá mil 500 pesos en efectivo además de guajolote vivo, cazuela y tanque lleno de gas de 20 kilogramos.
El tercer lugar mil pesos en efectivo, cazuela, guajolote vivo y vaporera de 50 litros.
En esta edición se espera que participen más de 100 pobladores de Santa Ana Hueytlalpan.
La feria y concurso serán amenizados por talento local con música y folklor para que los locales y visitantes disfruten intensamente de esta fiesta y además comprueben porque Tulancingo tiene todo para ser un pueblo con sabor.
Conforme las reglas del concurso, las participantes portarán indumentaria típica del lugar, presentarán su mole en cazuela acompañada de piezas de pollo o guajolote.
Ante un comité calificador, deberán exponer en un tiempo no mayor a tres minutos, la elaboración del platillo en dialecto otomí y en español.
Los participantes que no estén dentro de los tres primeros lugares, se otorgará una cazuela de barro, con capacidad de un kilo, alusiva al evento.
A pesar de que habrá más de 100 moles presentes, cada uno se distingue por su sazón y por el ingrediente secreto que se lega de generación en generación.