Pio Tomas Marroquín Gómez, director de Sanidad indicó que este viernes concluirá la semana de transición de semáforo epidemiológico de rojo a naranja en la entidad Hidalguense, pero la crisis sanitaria no ha sido superada.
En este sentido no deben relajarse o desestimarse medidas de protección que han sido elementales para disminuir la velocidad de propagación del Covid-19, siendo este un acierto del gobierno estatal a través del Operativo Escudo.
El director de Sanidad en Tulancingo indicó que si bien es cierto, el estado de Hidalgo se mantiene durante la última quincena en una zona de control de la epidemia, no debe perderse lo ganado pues de la suma de los hidalguenses dependerá no retornar al color rojo, pues implicaría restringir nuevamente las actividades no esenciales.
El color naranja, conlleva acatar las medidas necesarias para la reactivación pero de manera responsable y progresiva.
Marroquín Gómez indicó que en muchos lugares se ha percibido que ha disminuido el uso de cubrebocas y en otros casos sigue la negativa de personas a recibir gel antibacterial.
Debe entenderse que la sepa viral esta aun presente y las medidas de protección son un medio para prevenir contagios.
En el caso del cubrebocas, debe utilizarse correctamente cubriendo boca y nariz, por tanto no es un accesorio y su periodo de vida en promedio es de cuatro horas en el de calidad quirúrgica, por lo cual pasado este tiempo deberá renovarse.
Respecto al cubrebocas lavable, este puede ser usado entre cuatro y seis horas y posterior a este tiempo lavarse para desinfectarlo.
Los tapetes satinizantes también deben tener desinfección frecuente para asegurarse que no exista ningún resguardo o concentración del agente patógeno.
La nueva normalidad basada en un semáforo epidemiológico, sin duda es un tema nuevo para digerir pero es importante ser receptivos para llevar a cabo lo que implicara cada color.
En el caso del color naranja, se caracteriza por el retorno a algunas actividades pero con aforos mínimos controlados y conservando medidas como la sana distancia y especialmente no relajar el paso pues está en juego la vida.