El Centro de Innovación y Desarrollo Tecnológico del valle de Tulancingo (CIDT), operado por el gobierno municipal de Tulancingo, sigue aportando a productores locales conocimiento técnico y otros medios alternativos para incursionar en nuevos esquemas de producción agrícola.
En el caso más reciente, se aplican avances tecnológicos, en el ejido Cebolletas, lugar en el que se desarrolló aplicación de herbicida a través de un dron con el sistema de aspersión de tal manera que los agroquímicos son vía control, sin que exista contacto en el momento de la aspersión.
En el ejido Cebolletas, se estableció cultivo de maíz, en ocho variedades.
Abraham Salomón Ganado, director de Desarrollo Rural comento que este cultivo de maíz se anticipa exitoso y será una muestra de lo que puede lograrse cuando se aplica a superficies más amplias.
Respecto al dron, de apoyo a agricultura, se dijo que existe interés en incorporar los avances tecnológicos al ámbito de la agricultura.
Así lo denota la amplia demanda del dron adquirido con la unión de recursos de la Secretaria de Agricultura estatal, gobierno municipales y productores del municipio.
Este dron ofrece múltiples beneficios, desde el incremento de productividad, así como aplicación de agroquímicos a través de aspersión.
Tras resaltar el importante paso de Tulancingo al contar con un centro como el CIDT, se subrayó el acierto para el mejoramiento de los cultivos y por ende el crecimiento de la rentabilidad.
En el cultivo de maíz hibrido en ejido Cebolletas, se fijó como meta la obtención de 90 toneladas por hectárea de forraje verde pues se aplicó un sistema multicompuertas, apto para modalidad de riego y en la producción de maíz para ensilaje.
Ya son más de 12 meses de operatividad del CIDT, un espacio abierto al agro local, donde se pone a disposición asesoramiento profesional gratuito para los productores que así lo requieran.
Este apoyo se suma al fomento económico del municipio siendo interés del presidente Fernando Pérez Rodríguez, lograr incluso un alcance regional y metropolitano pues la agricultura no tiene fronteras y es una actividad del sector primario que genera ingresos a quienes producen y han heredado esta vocación, de generación a generación.
