En lo que va de la presente administración se ha dado atención a 572 inhumaciones en el Panteón San Miguel, el más extenso y antiguo del municipio.
El mayor número de inhumaciones corresponde a 281 mujeres y 239 hombres además de 25 fetos, 19 recién nacidos, tres niños y cinco desconocidos.
Jaime Lira Aguilar, Director de Panteones dijo que la demanda de inhumación en la ciudad es alta y el espacio en el cementerio San Miguel es cada vez más escaso, no obstante que se cuentan con ampliaciones.
El funcionario dijo que por su ubicación, el Panteón San Miguel es el más solicitado para inhumación, no obstante que se cuenta con otros en la ciudad, de ellos 10 se ubican en comunidades y dos de orden particular.
Lira Aguilar dijo que la mayor parte de inhumaciones, se ha llevado a cabo en la primera sección del Panteón San Miguel y en su totalidad, este cementerio, comprende de 4 hectáreas.
El director de Panteón dijo que afortunadamente, deudos se interesan por otras opciones como el área de guardarestos (al interior del camposanto) y nichos al interior de la capilla del cementerio).
Igualmente es de gran apoyo, el surgimiento de más alternativas de inhumación, como la cremación.
Así mismo se cumple con la revisión de espacios del Panteón San Miguel para atender el tema de regularización de refrendos.
Con todo ello, se da equilibrio para no llegar a la falta de espacios como era la tendencia en meses pasados.
El tema de regularización dijo el director de panteón, es importante, ya que hay propietarios que llevan décadas sin informarse de la situación de sus criptas, mausoleos y tumbas, incluso muchas de ellas presentan altos grados de deterioro al no contar con algún tipo de mantenimiento
El artículo 38 del Reglamento de Panteones cita que cada siete años, los propietarios de espacios deberán cumplir con una especie de refrendo, con el apercibimiento que de no hacerlo se perderá la calidad de “temporalidad indefinida” a sus espacios y los lotes regresaran al municipio para que la dirección de Panteones pueda otorgarlos a otra persona.
El común denominador de los propietarios de espacios, es que realizan la inhumación de sus familiares y amigos, pero posteriormente, se olvidan de verificar la situación de refrendos por temporalidad.
Esta omisión se aplaza hasta por décadas y esto no es favorable para dar cumplimiento a la normatividad municipal.
Se recordó que la Dirección de Panteones ofrece asesoría personalizada para que la población se regularice y tenga en orden los trámites inherentes a sus espacios.