18 años ya y lo sigo recordando como si hubuera sido ayer…
Entre el 4 y el 5 de octubre de 1999, Tulancingo tuvo una intensa precipitación pluvial, toda una generación se había olvidado de las inundaciones en nuestra ciudad debido a que desde 1955 no había llovido así. Para el 99 nuevas colonias existían a lo largo de los ríos Tulancingo, San Lorenzo y sus afluentes.
El 4 de octubre llovió de manera incesante, cerca de las 2 de la mañana, el Río se desbordó. En ese entonces, el Río estaba diferente, tenía menos cauce y no tenía el concreto hidráulico que tiene ahora. A las 6 de la mañana las calles de Luis Ponce e Independencia, eran auténticos ríos que llevaban ramas, lirio y animales al centro de la ciudad. Desde las 2 de la mañana, varias colonias comenzaron a ser evacuadas, aunque la gran mayoría decidieron quedarse en sus casas, quizá por la nula educación de protección civil, o quizá por la sorpresa.
En el caso de mi familia, nos fuimos a refugiar a casa de nuestros familiares en una colonia alta. Todos estábamos atentos al radio, a las 3 estaciones. En Ultra, Ivonne Barrios, en NQ Fernando Pérez y en la Divertida Antonieta Islas. Fue, como siempre lo ha dicho Annuar Jottar, la noche más larga en Tulancingo.
Recuerdo vívidamente que estábamos pegados al radio, comiendo algo, cuando dieron el reporte de una persona inmóvil en medio del agua cerca del crucero a Acatlán. Ya no pude seguir comiendo, pensé que era una primera víctima, afortunadamente después aclararían que eran maniquíes de Suéteres Márquez.
Esa semana, Tulancingo se llenó de reporteros de diferentes televisoras que repetían incesantemente las imágenes de nuestras calles inundadas, pero también de héroes anónimos, de gente solidaria que ayudaron a los que tenían inundadas sus casas, sus pertenencias, sus animales. Así en Jardines del Sur, en San Nicolás o en pleno centro de la ciudad.
En la década de los 50’s hubo 4 meses en los que llovió más de 200 mm en un mes y fueron los meses de junio de 1952, Septiembre de 1952, Septiembre de 1954 y Septiembre de 1955, con el record de 478.5 mm.
Sin embargo, en las décadas de los 60’s, 70, 80’s y prácticamente toda de los 90’s no hubo un solo mes que rebasara tal precipitación. Es decir, toda una generación (entre las que se cuenta la nuestra) vivió sin ver lluvias tan fuertes ni por supuesto inundaciones. En casi 4 décadas se olvidaron los anegamientos, las zonas inundables. Por eso en octubre de 1999 fue tan sorpresiva la precipitación. A partir de ese año, en cuatro ocasiones ha llovido de manera copiosa: una en octubre del 2005, otra en agosto de 2007, en septiembre del 2009, en julio del 2010 y en junio del 2011.